lunes, 24 de diciembre de 2012

Otro año que se va

 Falta una semana para el fin de año,así que me parece buen momento para hacer balance,echar la vista atrás y valorar qué he aprendido y disfrutado.2012 podría decirse que ha sido un gran año en muchos sentidos,al menos para mí;he cumplido muchos objetivos,he hecho cosas que pensé que no tenía el par de ovarios necesario para hacer.Me siento satisfecha por eso.Pero permitidme que me explaye un poco,;al fin y al cabo hace mucho que no escribo (mil perdones por mi tendencia a poner el punto y coma y las comas donde no corresponden).
 El año comenzó como todos en mi caso: en casa de mis padres,con mi familia y acostándome pronto.Yo no suelo salir en fin de año,sólo lo he hecho dos veces,y de ellas tan sólo una mereció la pena.La verdad es que no parecía que fuera a pasar nada fuera de lo corriente este año,salvo que esperaba acabar la carrera,aunque eso no era una certeza,podía pasar muchas cosas.¡Y vaya si han pasado!
 Puedo alegrarme de haber gozado de un año de prácticas excelente,y no sólo por la docencia,sino por el pedazo grupo de compañeros que me tocó.Les echo sinceramente de menos,no me sentía tan cómoda con unos compañeros desde que me puse en 3º con Sara D. (mi mejor amiga,probablemente).También atesoraré para siempre el recuerdo de los eventos que llevamos a cabo toda la clase con motivo de nuestra graduación,nos lo pasamos tan bien que casi da pena haber acabado.Académicamente no tengo nada de lo que quejarme,he acabado mi carrera a curso por año disfrutando mucho y llevándome de ella buenos recuerdos y espero que amigos para toda la vida.
 También puedo sentirme feliz de haber cultivado la amistad de personas a las que apenas conocía el año pasado,y este me ha brindado la oportunidad de valorarles.A veces las personas te sorprenden positivamente,aún queda en el mundo gente llena de dulzura e inocencia,y eso me reconforta muchísimo.
 Me siento orgullosa de haberle echado huevos al asunto y haberme mudado a Madrid a pesar de que está muy lejos de (casi) todo lo que me es conocido y amado;necesitaba esa independencia absoluta y quitarme la espinita de vivir donde hace 6 años no pude.
 Pero de lo que más se aprende es de los errores y los malos momentos,y esos también los ha habido.He aprendido que la amistad de verdad sobrevive a todo porque los amigos se aman sinceramente y son capaces de perdonarse los errores y no ser egoístas ni ciegos.Sé que cuento con pocos pero inigualables amigos: me conocen a fondo y aún así quieren seguir a mi lado y yo al suyo.También he aprendido que las cosas que uno anhela aparecen cuando no las busca ni se obsesiona con ellas,siendo uno mismo se recoge lo que se siembra,y si lo que siembras es bueno recogerás cosas buenas.He aprendido que cuando las personas son sinceras consigo mismas y coherentes,se les puede perdonar que a veces se equivoquen: un error reconocido puede ser subsanado;una persona coherente y sincera consigo misma no necesita mentir ni manipular a nadie.Desgracidamente también he tenido que ver que esas personas son casos excepcionales y la mayoría prefieren ponerse una venda en los ojos a ver que han cometido errores y eso tiene consecuencias,los malos serán los demás siempre.Personalmente no volveré a fiarme de las víctimas de la vida que no han roto un plato.Las personas hechas y derechas rompen la vajilla entera antes de aprender a vivir,y reconocen que tienen las manos de trapo.
 He cometido errores,por supuesto;pero esos me los reservo para quienes han tenido que sufrirlos,así como las explicaciones y los perdones.Muchas veces la perjudicada por mis errores suelo ser yo,al menos me llevo eso.

    Por último le dedico las últimas frases a ese MIR que me mira amenazador: no voy a dejar de ti ni los huesos.
  Y cómo no,a una persona que entró en mi vida por casualidad,sin buscarle y que ahora es muy importante para mí.Espero que sigas aquí el año que viene cuanto menos ;)